Experimentos en Humanos
con Valvulas de corazon
En este artículo exponemos los hechos ocurridos con uno
de los numerosos experimentos realizados entre 1970 y 1992, por
los Drs. José Luis Castillo-Olivares Ramos, jefe servicio
de experimentación de la Clínica Puerta de Hierro
y del Dr. Diego Figuera Aymerich, director del servicio de cirugía
cardiovascular y codirector del mismo centro Hospitalario y también
implicado en otros escándalos como el "El caso Méngüele
de experimentos en mendigos".
LAS VALVULAS DE CORAZÓN DEL HOSPITAL PUERTA DE HIERRO Y CONOCIDAS EN LOS MEDIOS SANITARIOS COMO "LAS VALVULAS DE LA MUERTE".
Estamos exponiendo un caso en el que se estima que se realizaron experimentos en 2200 personas, de las cuales fallecieron a consecuencia de este experimento alrededor de 1200 seres humanos como mínimo; están leyendo bien; 1200 seres humanos. Y lo mas grave aun es que entre las victimas solo hemos encontrado a personas pobres y generalmente de los medios rurales.
Son muchos los muertos y es difícil comprender como se pudo llegar a producir esta masacre de tantos cientos de personas.
Nunca se tomaron medidas de protección hacia los pacientes
según establecen Leyes Nacionales, los acuerdos de Helsinki,
Tokio y la OMS, ni La Carta Universal de los Derechos Humanos.
La realidad es que los Servicios de Inspección Sanitaria
Españoles si que lo denunciaron, lo denuncio la Conferencia
Episcopal, lo denuncio la Fiscalia General del Estado, entidades
y ciudadanos. Incluso se creo una comisión de investigación
en el Congreso de los Diputados, pero nunca se paralizaron los experimentos
con humanos hasta que fue demasiado tarde.
Después de más de veinte años intentando aclarar que ocurrió y el caso continuar pasando veces y veces por los tribunales, nunca se han sancionado a los responsables de aquella masacre de seres humanos .
EL TEXTO DE A CONTINUACION, SE EXPONE EN TERMINOS COMPRENSIBLES PARA TODO TIPO DE LECTORES. PERO SI QUIEREN ENTENDER MEJOR EL CASO LEAN ESTE ENLACE. LOS INSTRUIDOS EN SANIDAD PUEDEN OMITIRLO
El Corazon y Sus Valvulas
En 1978 el Dr. José Luis Castillo-Olivares Ramos y el Dr. Diego Figuera Aymerich inventaron unas válvulas cardiacas artificiales que sustituirían a las enfermas, el modelo era muy distinto a las existentes en el mercado sanitario por aquellas fechas.
A continuación, en un pequeño piso del centro de Madrid, montaron un "laboratorio" y en el se dedicaron a fabricarlas y comercializarlas a muchos hospitales españoles y a algunos extranjeros.
Primer experimento realizado en personas con válvulas de Fascia Lata
Para la realización de los primeros experimentos de válvulas cardiacas hicieron una estructura de material plástico, concretamente de teflón, del tamaño de una moneda de un euro aproximadamente, forrado con una malla de dragón. A esta estructura se le unían unas membranas de material biológico de cadáveres. La primera experiencia fue en 60 personas con membranas de Fascia Lata, que fallaron a los pocos meses, a continuación utilizaron membranas hechas de arterias sin conocer el numero de pacientes a los cuales se les fueron implantadas. Posteriormente a principios de los años 80 utilizaron como membranas Duramadre de cadáveres, que es el velo que cubre las meningues del cerebro de los seres humanos y se implantaron a 800 pacientes, a este modelo le incorporaron un anillo de acero unido a la estructura de Teflón para que con la presión no se deformase.
Experimento presentado por el Dr. Diego Figuera en un congreso de medicina cardiaca en Estados Unidos En el expediente entregado por el Ministerio de Sanidad no consta en ningún documento que diga que estos tejidos biológicos conseguidos de cadáveres se les curtiese para que no degenerasen, por el solo hecho de ser tejidos sin vida, ya que se les iba someter a constante contacto con el riego sanguíneo de los seres humanos a los que se les implantaba el nuevo invento.
Empieza el escándalo
Estallo el escándalo en 1981, porque eran cientos de cadáveres a los que se les extrajo las meninges de su cabeza sin permiso de nadie, se supone que a ninguna persona se la ayudo a morir para extraer las meninges de sus cerebros, que después se convertirían en válvulas cardiacas vendidas por una empresa privada, propiedad de los Drs. Diego Figuera Ayimerih, José Luis Castillo-Olivares Ramos y su esposa.
Omitimos documentos con nombres de personas a los que les extrajeron las meninges para ser convertidas en válvulas cardiacas comercializadas.
Las atrocidades no habían hecho más que comenzar
Posteriormente al escándalo de comercio de órganos humanos, se diseña otro modelo de válvula cardiaca, es modificada la estructura y se utiliza como membranas, pericardio de ternera curtido con Glutaraldehido, implantándose este modelo en 1200 humanos aproximadamente. EL DESASTRE FUE TOTAL, NO ERAN VALVULAS DE CORAZÓN, ERAN BOMBAS QUE HACÍAN ESTALLAR LOS CORAZONES DE SUS PORTADORES. Para que un implante pueda ser colocado en el corazón de un ser humano tiene que estar muy estudiado, tiene que cumplir un amplio protocolo de estudios y tratamientos ya establecidos por Ley, para que este sea eficiente y no mate a su portadores.
Es incomprensible que al Dr. Diego Figuera y al Dr. José Luis Castillo-Olivares Ramos se les denomine investigadores científicos, cuando no cumplen con el juramento mas sagrado de los médicos, que es proteger por la vida de sus pacientes y cumplir con las Leyes que regulan sus actividades profesionales.
Como es posible que dos Licenciados en Medicina sean capaces de fracasar una y otra vez en sus experimentos con seres humanos y no paralizasen los mismos hasta que las autoridades se lo exigieron, cuando ya existía una cifra muy elevada de muertos. Informe técnico enviado al Ministerio de Sanidad en Mayo de 1981 donde informan que desconocen la formula de curtir y tratar el tejido utilizado como membranas
Para que sirve un experimento en humanos, si no se desarrolla con criterios científicos ya establecidos, sin seguir unos protocolos y pautas de experimentación de sobra conocidas y recogidas en las Leyes Nacionales y en los acuerdos mundialmente aceptados por todas naciones civilizadas.
Los aciertos y logros se consiguen trabajando mucho, con muchos medios y sin prisa, al azahar no se descubre nada importante en la actualidad.
Problemas que surgieron
Si nos clavamos en un dedo una espina o una madera, automáticamente se infecta: Imaginemos materiales plásticos, acero y tejidos biológicos de otros animales o personas implantados en el interior de nuestro corazón, en contacto directo con la sangre que riega nuestro cuerpo. Todos, absolutamente todos los pacientes a los cuales les implantaron estos inventos, su organismo los rechazó y provocó infecciones, los mas jóvenes eran sometidos hasta durante 50 días a antibióticos y todo tipo de medicaciones para vencer ese rechazo, algunos pacientes nunca se les quito la infección y necesitaron ser reintervenidos de urgencia o morían por la infección.
Documentos testimoniados en los que se cifra la mortalidad hospitalaria en clínicas españolas
Desconocían las reacciones alérgicas de rechazo y toxicidad que provocaban los materiales utilizados en la fabricación de esas válvulas. No sabían el estado de salubridad de las terneras ni de los cadáveres humanos a los que se les habían extraído los tejidos biológicos, era necesario anular su actividad bacteriana, que no provocasen alergias ni infecciones. Segundo problema Los materiales biológicos se degeneran y envejecen por si solos, y mucho mas al estar en contacto con ciertos componentes sometidos a la temperatura del cuerpo humano. Es necesario conocer que les agrede, oxida o deteriora. El material biológico, era material que había tenido vida; en su situación anterior cumplía con su misión porque estaba vivo; implantado en una prótesis cardiaca, era material muerto, que se iba a envejecer, acartonarse, calcificarse o degenerarse. Estaban colocadas en un corazón que latía 100.000 veces al día, 100. 000 veces que esas membranas debían de abrirse y cerrarse.
No lograron el producto adecuado para mantener la durabilidad, resistencia y elasticidad del material biológico utilizado en las membranas de las válvulas artificiales. En poco tiempo se endureció el tejido, se acartono, el corazón bombeaba y no dejaba pasar bien la sangre, en consecuencia no llegaba lo suficiente a los órganos vitales. Deterioro físico, falta de riego, dilatación excesiva del músculo cardiaco, incluso estallaba por las partes que se habían seccionado para la implantación de la prótesis cardiaca. La muerte fue el final de muchos de estos pacientes coballas.
Informe realizado por médicos del Hospital Miguel Server de Zaragoza. Cuando se degeneraba totalmente y se acartonaba el tejido biológico, se rompía de golpe, raramente llegaba ningún paciente vivo al hospital, generalmente morían desangrados, con vómitos de sangre y encharcamiento de los pulmones. Ningún paciente que sobrevivió se libro de una dilatación y deterioro exagerado de su corazón, además de numerosas secuelas graves de por vida. Aquellos que sobrevivieron fueron gracias a la decisión inmediata de algunos cirujanos ajenos a estos experimentos, de quitar de los corazones aquellos artilugios que estaban matando a todos sus pacientes.. Estas válvulas cardiacas se han experimentado en 17 centros hospitalarios en España y en al menos en un hospital en Inglaterra, Nortehr, General de Shesifel. No tenemos documentos que puedan probar que estos hechos se produjeran en algún hospital mas. PAGINA SIGUIENTE
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